OPINIÓN: Requisitos de ingreso a pedagogías: Una reflexión crítica desde la Región de Los Lagos
Ulagos-Escuela de Pedagogía

Katherinne Osses Ritz
Directora de la Escuela de Pedagogía
Universidad de Los Lagos

 

En marzo de este año, el Gobierno presentó un proyecto de modificación de la Ley N° 20.129, con el propósito de establecer nuevas exigencias para el acceso a las carreras y programas de pedagogía. Desde 2019, el incremento de los puntajes de ingreso ha sido postergado reiteradamente, debido al marcado descenso en las matrículas en estas carreras y la proyección de un déficit docente superior a los 30.000 profesionales para el año 2030.

Hace unas semanas, la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y Diputadas rechazó, por falta de quórum, la idea de legislar este proyecto. Actualmente, se encuentra pendiente su discusión en sala, lo que hace aún más relevante que nos pronunciemos como Universidad pública y formadora de docentes para nuestra Región.

¿Qué implicaría la no aprobación del proyecto? En ese escenario, se aplicaría la ley vigente, lo que conllevaría un incremento de 124 puntos en los requisitos de ingreso a las pedagogías en comparación al proceso de admisión 2025. Esta alza nos genera una profunda preocupación, pues implicaría una reducción cercana al 40% en la matrícula de nuestra casa de estudios, lo cual tendría efectos negativos a largo plazo en los procesos de acreditación de los programas pedagógicos y pondría en riesgo la viabilidad de dichos programas.

Es fundamental aclarar que las universidades formadoras no estamos en contra de elevar los estándares de acceso o de fortalecer la formación inicial docente. Sin embargo, consideramos que el puntaje de ingreso no es el único criterio que asegura trayectorias formativas exitosas. Además, el contexto educativo actual no es el mismo que el de hace una década, cuando se promulgó la Ley. Por ello, creemos que decisiones de esta magnitud deben ser abordadas con una reflexión más profunda que contemple su complejidad y las implicancias a nivel regional y nacional.

En este debate, no podemos omitir que la formación pedagógica es una de las profesiones más reguladas del sistema educativo, desde el acceso hasta el ejercicio profesional. En este sentido, el puntaje de ingreso es solo uno de los múltiples indicadores de calidad. La verdadera garantía de formación de excelencia se encuentra en un proceso integral de aseguramiento de calidad, evaluable de manera consistente en el tiempo. Además, la evidencia internacional y nacional respalda la importancia de programas de acceso como el Talento Pedagógico, que permiten el ingreso de estudiantes con vocación y potencial, quienes logran desarrollarse con éxito en sus trayectorias formativas. Estos programas podrían ser reforzados, especialmente en su componente financiero, para asegurar la capacitación de docentes comprometidos con la educación.

En última instancia, serán las y los parlamentarios quienes tendrán la responsabilidad de decidir el futuro de este proyecto. Desde nuestra Universidad, apelamos a la reflexión y responsabilidad de nuestras y nuestros legisladores, con un profundo compromiso con la formación inicial docente, la dotación docente de calidad, la pertinencia territorial y la equidad regional. Como Institución pública, nos mantenemos firmes en nuestro compromiso con la formación de profesionales desde y para nuestra región, con la convicción de que la educación es un motor fundamental para el desarrollo de nuestras comunidades.

 

 

Publicado por: Loreto Bustos Novoa